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Capítulo 42 Charles y la perra no son bienvenidos

Sacó el teléfono de debajo de la almohada y miró la pantalla, que no la había contactado en casi un mes. Su corazón latía irregularmente y sus labios se volvieron pálidos. Su dedo flotaba sobre el botón de finalizar llamada, pero cuando pensó en las consecuencias de colgar, respondió la llamada con ...