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Capítulo ciento cincuenta y ocho

Adrik

Sephie tenía razón. Giana se aferraba a ella cada vez que estaba cerca. Todos pensábamos que Giana era callada, pero resulta que solo lo es hasta que la llevas de compras, y entonces no para de hablar. Me sorprendí a mí mismo preguntándome cómo serían las conversaciones entre ella y Mando. ...