Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento veintiocho

Adrik

Viktor y Armando regresaron unas horas después. Todavía estábamos en la oficina, con Sephie en mi regazo, hablando de todo y de nada. De alguna manera, cada conversación era más entretenida cuando ella estaba con nosotros. No solo por su sentido del humor, sino por su genuino interés en tod...