Capítulo treinta

—Lo dejaré pasar —dijo Delia, con una voz que dejaba claro que no quería hacerlo, y Katherine tuvo que sonreír—. Pero aún tengo esperanzas, cariño.

—Puedes tenerlas —dijo Katherine, porque sabía que eso haría sentir mejor a su madre—. Ermm... También quería decirte que traeré a Tim mañana por la no...