Capítulo 37

La mañana siguiente, después de un desayuno compartido, Chase sabía que Amaya llamaría a la puerta de su biblioteca.

Y sí, no se equivocaba.

Chase entrecerró los ojos al mirar a Amaya entre los preparativos de la boda de su hermanastra, tratando de leer su expresión sin éxito.

Anoche, ella había ...