Historias Luna llena

Fui desterrada de mi manada, de mi vida, cuando mi padre el Alfa de Blackmoon fue asesinado.
Mi madre, decidió casarse con el líder de otra manada, Fernando Santorini, el mismo que ordenó que fuese alejada de la vida de mamá y de su hijo.
Hoy cumplo 20 años, la edad perfecta para regresar y descubrir la verdad de la muerte de mi padre.

Prefacio
El Alfa de la manada " Luna Esmeralda", Antonio Moretti sonrió mientras esperaba en el altar a su prometida, Luciana Bianchi.
Desde que la vio sabía que ella sería su prometida y su compañera, nunca se sintió de sangre limpia, pero ella era la ilusión de casarse con una damita loba de buena sangre lobil.
— Señor, no encontramos a la novia — le informa un sirviente que agacha la mirada.
Antonio furioso lanzó el adorno de flores de la mesa — ¡Busquenla! Ella es mía —.
Lucíana en ese momento entro en el altar, con su vestido blanco pero su peinado un poco enmarañado.
— Aquí estoy, dispuesta a ser la esposa del Alfa, — suspiró mientras tomaba la mano de el lobo que odiaba desde que la eligió.
—¿Dónde estabas?¿Pensabas dejarme plantado?— abrió los ojos Antonio.
— Se lo prometí, sere suya, desde hoy soy suya — Luciana suspiro

La luna estaba cada vez más llena, su luz blanca era el reflejo mismo de su poder, de su tranquilidad.
Alexandra Spencer no podía sentirse más feliz, su corazón palpitaba como si tuviese un monoriel de emociones dentro de su corazón.
Era parte de los Omega de la manada Moonlight, su familia siempre había Sido empleada de la Familia Romano, la familia jerarquial.
Aquel viejo castillo en medio de su pueblo, había sido testigo de las humillaciones generacionales que habían soportado los Spencer.
Pero para Alexandra se abría un camino, cuando sus ojos y los de Marco se cruzaron, supo que él era su destinado.
Marco era el hermano menor de los Romano, no tenía que ser el líder y a pesar de las críticas, el decidió casarse con ella, un alfa se casaría con una Omega.
A días del compromiso, tenían que pasar una última prueba antes de la ceremonia bajo la luna llena.
Matías Romano, el jefe Alfa de la manada, el arrogante y humillante líder, era quien debía dar el visto bueno, pero en especial decidir si pediría su derecho de pernada y tener una noche en su cama a la bella novia.

Leonardo, el Alfa de la manada Moonlight es asesinado por su esposa y hermano que son amantes.
El regresa dos años atrás en el tiempo, y decide vengarse de ellos, empezando por Valeria quien es su novia en este tiempo.
Leonardo había engañado a su novia Lucía con su prima Valeria, por eso aquella loba fue desterrada de la manada.
Decide pedirle a Lucía que se case con el, ella ahora es una loba rebelde y fuerte, que acepta con la única condición de buscar a su hermano.

Susan, una joven loba es atada de manos a un árbol, le quitan la parte de atrás de su vestido de novia, un verdugo alista el látigo.
— Susan después de cumplir con tu castigo, serás desterrada de la manada por tu pecado.
El verdugo levanta su mano, para dar el primer latigazo en la espalda delicada de la loba Susan que llora.
Escucha el sonido pero no siente dolor, gira un poco su cabeza y ve que alguien se atravesó.
—¡No la tocarán! — exclama el Alfa de la manada Mauricio Black, agarra el látigo y con sus fuertes Manos lo rompe en dos.
El la desata, Susan no entiende porque el Alfa que odia la ayuda.
— ¡Ella faltó a las reglas! — Exclaman los lobos del concejo.
— No, porque yo me casare con ella, Susan Duperly será mi esposa — Mauricio gruñe.
—¡¿Que?! ¡Tu eres el padrastro de mi ex!— exclama Susan.

Prólogo
—No puedo amarte… tú eres el esposo de Diana.
La voz de Caroline Moon temblaba, apenas un susurro entrecortado que se perdía en el aire cálido de la noche. Una loba de cabellera negra como el abismo, con ojos heridos por un deseo que luchaba por negar.
Pero sus palabras se contradecían con su cuerpo, que temblaba bajo el roce de aquel lobo que la abrazaba con fuerza. Leonard, el futuro Alfa, el esposo de su media hermana.
—Ella es… mi hermana —murmuró Caroline con un suspiro, mientras los labios de Leonard ardían contra la piel de su cuello.
Él no se apartó. La sostenía como si el mundo fuera a desmoronarse si la dejaba ir. Y, en cierto modo, así era.
Caroline Moon. Bastarda del Alfa Constantine Nyles. Había llegado a la Casa Lobil como una simple sirvienta, buscando respuestas. Nunca imaginó que su mayor tormento vendría del lobo que jamás debió mirar... y mucho menos amar.
Porque ese amor... estaba prohibido.